Hemos perdido el norte, tal cual.

Creíamos que el mundo online se vendría abajo por los egos que aparecen y desaparecen en nubes de humo, pero no. Nos equivocamos. Si nos vamos a pique es por la falta de respeto entre profesionales del sector que, en realidad, debería de no existir porque nadie mejor que nosotros para protegernos, cuidarnos y defendernos de cualquier ataque externo ¿No creéis?

Suena un poco a secta… ¡Hasta yo me he dado miedito al releer esto! Pero si en vez de competir tanto y pisar tanto los jardines ajenos, nos apiñaramos y trabajáramos juntos ¡No sucederían cosas como la que me ha pasado esta semana!

El ansia viva de querer ser como fulanito… vender tanto como perenganita… tener una imagen tan potente como sotanito… nos está haciendo perder el norte. De hecho, nos está haciendo perder nuestra esencia y originalidad. Esos ingredientes propios que nos hace únicos.

Desde hace más de un año intento ser lo más fiel a mi, a mi instinto, a mi persona. Ser 100% yo misma valorando lo bueno y sacando una sonrisa de lo malo. Eso lo he trasladado a mi trabajo y por consecuencia también a mi página web.

Por eso me impresiona encontrar que alguien sea capaz de renunciar a su esencia, a su ser, a su autenticidad para copiar al 100% la mía sin ningún tipo de reparo.

Si, más de uno me ha dicho «Ana, si te copian es que has encontrado el éxito» «Ana, felicidades, porque no eres nadie hasta que te copian. Entonces ya existes«.  Sinceramente, no podía pensar que tal plagio fuese un halago, a mi me estaba pareciendo una ofensa de las peores del mundo. Mi web, mis páginas, mis textos, mi estética.. mi esencia online… plagiada ¡Que triste realidad!

En internet todo se sabe y como dice el refrán ‘Se pilla antes a un mentiroso que aun cojo’ y he pillado a pocos cojos. Triste verdad, ya me gustaría que la historia fuese diferente. Os cuento mi experiencia porque de todo se aprende, incluso de capítulos tan feos como el de vivir un plagio de una web, de un trabajo, de una marca. De tu esencia.

¿Te ha pasado? ¿Te han fusilado un post? ¿Se han hecho con tus textos sin tu permiso? ¿Han cogido tus imágenes y las han firmado con el nombre de otro?

En mi caso me han copiado la web entera. No te hablo de un post. No te hablo de una página. Tampoco te hablo de un logo. Te cuento la historia real de cómo han copiado sin reparo alguno estructura, forma, estilo, diseño y contenido de mi web  como quien pide en un restaurante ¡Un menú completo para la mesa cuatro!

Cómo afrontar la situación de ‘plagio’ de tu contenido

Descubrí la web www.laplagiadora.com (pongo nombre inventado para no sacar dedo acusador ni ofender con el contenido, pues tan sólo quiero que todos aprendamos hasta de los errores más graves) gracias a Metricool y a la pantalla de ‘Fuentes de Hoy’. Hacía días que no entraba en la web y la última vez que lo hice no me paré a mirar esa sección.

Pero hoy sí, hoy quería saber de dónde estaban entrando las visitas y encontré una web que no conocía de nada y que estaba apuntando hacia marketiniana.com Revisé Mention y me di cuenta de que, efectivamente, desde hacía semanas tenía a esta web apuntando hacia mi dominio. Me entró la curiosidad y allá que fuí a ver.

Fijaos si en ocasiones soy despistada ( o ‘Rubia’ como muchas veces bromeo para reírme de mis propios defectos y afrontarlos con una sonrisa) que cuando aterricé en la web dije «Vaya, que plantilla más parecida a la mía… Tiene el menú super parecido» hasta que me dio por ir a la Home y allí fue donde debí de ingerir sin quererlo el alucinógeno más potente del mundo porque estaba viendo una Home ‘clónica’ de la mía.

Volví a mi web, revisé Home. Regreso a la web de laplagiadora.com y veo, para mi mayor flipe ¡Que los mensajes son los mismos! ¡Que la estructura es idéntica! ¡Que el claim es copiado tal cual, sin modificaciones!

Saltaba de una página a otra, de un párrafo a otro, del Sidebar a la Home, de la Home a servicios, de servicios a contactos… ¡No! ¡No puede ser! ¡Un Lorem ipsum en contacto! ¡Mis ojos, Dolor, Socorro! Entonces fue cuando mi color de piel (ahora mas bien paliducha porque no he pisado la playa) comenzó a pasar de ‘Rubi’ a ‘Red’… de los ojos me salía fuego y poco a poco me convertía en la versión femenina de HellBoy con unas ganas de poner los puntos sobre las íes al creador de tal infame vejación contra la propiedad intelectual de marketiniana.com que de la rabia me levante y me senté varias veces antes de liarla parda.

¿Lo hice? ¿Le prendí fuego a Twitter con mensajes de muerte y destrucción hacia laplagiadora.com y me pasé al lado oscuro de la fuerza?

No. De hecho no hay nada como solucionar las cosas con mesura. Aunque si es cierto que la falta de respeto profesional escuece mucho y en Twitter se armó algo de revuelo. Eso si, desde el respeto y sin ofender. Educación ante todo pero diciendo verdades como puños.

¿Cuáles son los pasos a seguir ante un Plagio? 

1. Consultar. 

Bien a un abogado que te asesore o a colegas/profesionales que (desgraciadamente) hayan pasado por algo similar. En mi caso contacté con mis compañeros de World Quondos Record además de hacer una consulta directa a Nando Olcina (El Abogado Digital), que no solo me calmó y me sacó de mi estado de la versión femenina de HellBoy sino que me recomendó los pasos legales a seguir para dar solución al problema.

La situación no agradó a nadie. La verdad es que me dio la sensación de que el asunto del plagio a mi web tocaba la fibra sensible de cada uno, como si mis compañeros también sufrieran el que ese plagio tuviese lugar. No era su web pero se sentían tan dolidos como yo. Eso hizo que contase con su pleno apoyo y consejos para dar solución a este problema.

Confieso que más de uno tuvo ganas de sacar los misiles nucleares para atacar sin compasión al enemigo plagiador. Pero como siempre digo… Mejor ver las cosas desde el Lado Rubi de la fuerza y no desde el lado Oscuro.

2. Valorar el estado de plagio.

Es una de las recomendaciones que El Abogado Digital me hizo «Ana, mira el nivel de plagio que hay en la web en cuanto a contenido visual y textual» y así lo hice. Saqué extractos de todo el contenido plagiado y evalué la situación.

3. Toma de contacto.

Esta es básica antes de pintarte la cara con colores de guerra y machete en mano ir al ataque. En mi caso hice una primera toma de contacto a través de Twitter mientras mis compañeros me ayudaban a dar con un email de contacto de laplagiadora.com Una vez que vi que por Twitter no conseguía nada decidí hacer caso de Nando Olcina y mandar un mail a laplagiadora.com para que retirase de forma inmediata el contenido plagiado de mi web.

4. Calmarte y esperar.

Después de respirar y de hacer terapia grupal con mis compis de WQR, de ver cómo en Twitter muchos compañeros apoyaban la lucha contra el plagio de contenidos y de sentir hasta pena por laplagiadora.com me di cuenta de que la espera y la toma de contacto vía mail daban resultados. Por fin tenía noticias de laplagiadora.com que (supongo que avergonzada) me pedía disculpas de manera insistente culpando a su programador de todo plagio y eximiéndose de culpa por desconocimiento de la situación de la web.

Las justificaciones pasaron desde «Si yo no me dedico a la moda, yo me dedico al baile» hasta «yo hablo de moda pero hablo de moda en baile» pasando por «yo no doy formación pero si que hay cursos en la web«. Vamos… un sin sentido. A lo que se le suma el «Yo no sabía ni como era tu web fue cosa del programador» después de un «Si, yo le dije que lo copiase porque me gustaba«

¡Vamos, que la cosa era decir algo!

5. No dar lecciones de vida.

No estamos aquí para reeducar a la gente, esa es mi forma de pensar. Igual que no intento enseñar a la gente a aparcar o a tener un poco de civismo, no estoy aquí para educar a laplagiadora.com a que (como diría Lucia Mi Pediatra) Plagio = Caca. Por eso me ceñí al guión de «Por favor, cierra la web y borra todo contenido duplicado» pese a que los ‘Lo siento’ y ‘No es mi culpa’ sucedían uno detrás de otro.

He de reconocer que el talante de laplagiadora.com ha sido en todo momento de solucionar el problema. Intuyo que por desconocimiento se ha metido en un jardín del que no sabe salir. Percibo que, pese a trabajar en Marketing Online y Comunicación, no debe conocer mucho las leyes del SEO como el «No harás contenido duplicado para que Google no te mande al rincón de pensar».

El lado Rubi de la Fuerza me hace pensar que, pobre de ella, el programador se la ha jugado.

Hasta que el programador me escribe… y me cuenta la historia opuesta a laplagiadora.com

¡Y es entonces donde vuelvo al estado de la versión femenina de HellBoy!

6. Insistir en la eliminación del contenido plagiado como FOCO y no desviarte de esto.

Este punto es importante porque al vivir una historia como esta… en la que te PLAGIAN una WEB COMPLETA, y laplagiadora.com te llama por teléfono para darte explicaciones y pedirte perdón mientras le echa las culpas a su programador… un programador que casualmente te escribe horas mas tarde para decirte que laplagiadora.com fue la que le dijo que copiase la web de marketiniana.com sin reparos… ¡La ira se apodera de ti irremediablemente! Pero entonces es cuando tienes que respirar, ‘uno dos y tres, yo me calmaré, cuatro cinco y seis, todos lo veréis’ para volver al FOCO del asunto que no es otro que el conseguir que eliminen por completo todo el contenido plagiado.

Y así lo hice, dije ‘Si, si, bien, bien’ a todo pero con un ‘borra la web ya y ni se te ocurra poner el ojo en marketiniana.com de nuevo’

7. Burofax.

Este punto es ese de no retorno porque ya estás pasando a palabras mayores. En mi caso no ha sido necesario (esta vez) pero si es cierto que si la persona que se ha apropiado de tu contenido no reacciona de forma racional, lógica y asume su responsabilidad/culpa, entonces hay que dejar tu problema en manos de profesionales (en mi caso de El Abogado Digital) y que la ley ponga orden donde tu intentaste poner solución.

La verdad es que no es la primera vez que me ha pasado esto del plagio pero las otras veces había sido un post ¡Fijaos! ¡Casi digo ‘tan solo un post’! Como si plagiar menos fuera mejor… Ay madre.

Es que esta ocasión ha sido un plagio con tanto descaro que sorprende hasta al más pirata. Lo que más me impresiona es que, del colectivo de profesionales del marketing online, la gran mayoría confiese que ha sido víctima del plagio, que lo han sufrido tanto en sus post como en sus campañas, ebooks, cursos… ¡Es vergonzoso! Aprovecharse del trabajo de otros es de lo más rastrero que hay. Por favor, un poquito de integridad, de respeto a los compañeros.

Hoy lo hablaba con Fátima Martinez comentando que una cosa es inspirarse, otra cosa es compartir y otra cosa es apropiarse del trabajo ajeno. Fátima me contaba su experiencia con un post plagiado igual que Maïder Tomasena me contaba su mal trago con un post de su blog e incluso con un eBook que le fusilaron por completo, a lo que le sumo la jugarreta que le hicieron a Christian Delgado von Eitzen en su blog con un ataque de DDOS (Distributed denial of service – ataque de denegación de servicio distribuido).

Casos reales que han compartido conmigo hoy tras lo vivido con mi web. Y si, con cada historia me sentía como del Club de los Afectados por el Plagio 2.0 cosa que no debería ni de existir.

Me avergüenzo de las personas que se llaman asímismos profesionales del Marketing y que viven de las creaciones ajenas ¡Basta Ya!

Hasta que lo consigamos, si quieres proteger tu contenido o quieres conocer quién puede estar copipegando lo que tu creas, te recomiendo que eches un vistazo a la infografía + post de Rakel Felipe porque gracias a su recopilación yo he podido hacer un scanner de todo y asegurarme de que (de momento) no hay peligro.

Y hasta aquí llego con el post de hoy porque podría alargarme páginas y páginas contando mi indignación. ¿Te ha pasado a ti? ¿También eres un afectado? Espero tu historia bajo este post y te doy la bienvenida al club de los afectados por el plagio. Eso si, preferiría invitarte a que hagamos un #STOPALPAGIO para que no suceda más esto y para que todos hagamos piña, dejemos de pisar jardines, de querer ser como otros y simplemente seamos nosotros mismos. Yo, Ana, te espero en Facebook, Instagram o LinkedIn  para que este debate lo sigamos por ahí.

¡Feliz Semana!

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